Mencionada por Teofrasto y Vitrubio, Bowles dice: "es la mas antigua que se conoce en el mundo... Los romanos creyeron que el mercurio era venenoso, pero no obstante sus matronas se afeytaban los rostros con el cinabrio, y sus pintores se servían de él".
El cinabrio o sulfuro de mercurio extraído en las grandes minas de Huancavelica (Perú) era utilizado por los guerreros para el teñido de sus rostros y para el pintado de cerámicas, y machacado con morteros de piedra y disuelto en agua era usado como cosmético para las mujeres. Aunque su uso mas antiguo era para la elaboración de pinturas rupestres.
Un capitán agregado a la plaza de Alicante, observando un cargamento en el puerto de Marsella, visitó en 1736 el yacimiento para recoger muestras entregándoselas al boticario Antonio Mates para que extrajera mercurio.
Enterado el Rey, ordenó la inspección del filón por una comisión encabezada por D. José Cornejo, superintendente general de azogues de Almadén, el 28 de Abril de 1738.
Tras la comprobación de que efectivamente se trataba de cinabrio, se ordeno la paralización de los trabajos y el cierre de la mina, hasta que en 1752 el Gobierno envió a D. Guillermo Bowles, acompañado por D. José Solano y D. Salvador de Medina para evaluar la rentabilidad del yacimiento.
En Enero de 1753 el Sr Medina se haría cargo de los trabajos de la mina en ausencia del Sr Bowles, trasladando su residencia a una casa justo al lado de la excavación, construyendo a la vez varias casetas para los trabajadores y dos almacenes para guardar el material.
El Sr Bowles resume la formación del mineral en Alicante de la siguiente forma:
"Esto es, que el vapor mercurial se encontró
por casualidad con el vapor sulfúreo, y pe-
netrando juntos la piedra, formaron el cinabrio"
A los 100 trabajadores asignados para las tareas de extracción, el Sr Medina solicitó 200 operarios más para agilizar los trabajos, ya que la extracción del cinabrio era escasa y no cumplían las expectativas esperadas. La petición fué aprobada y el número total de obreros fué de 300
Durante el año 1754 el mineral apareció en pequeñas cantidades que no justificaban la inversión que se estaba realizando. El Sr Medina realizó un informe sobre el estado de la mina. A raiz de este informe el Rey ordenó la paralización de los trabajos hasta el regreso del Sr Bowles, que vendría acompañado de un ingeniero alemán.
Personados ambos en la mina se ordenó el cierre definitivo de la misma, con la devolución de las herramientas y maderas utilizadas al convento de religiosas Capuchinas y al Hospital de Alicante.
D. Guillermo Bowles habla de la Mina de La Alcoraya en los siguientes términos:
"A dos leguas de la Ciudad de Alicante hay una
montana llamada Alcoray, compuesta de piedras calizas
y escarpada, excepto por la parte que se alarga
un poco acia el valle. Cavando en este último
sitio se descubrió una beta de azogue mineraliza--
do con el azufre y un poco de tierra caliza baxo
forma y color de cinabrio; pero como vi que esta
beta se desaparecía á cien pies de profundidad, hice
suspender la excavación.
En una hendedura de la peña se hallaron trece
onzas de arena pesada , de hermoso color roxo. Hice
el ensaye de una onza, y hallé que contenía á razón
de mas de once onzas de azogue por libra. La
dureza y figura angular ó esquinada de esta arena se
parece en todo á lá arena marina.. Machacándola se
avivaba el color, manifestando que cada grano estaba
penetrado del vapor mercurial y del de azufre,
al modo que el hierro penetra la arena hermosa de
Cabo-de-gata, que sirve para polvos de cartas."
La explotación del yacimiento acarreó consecuencias para el resto de los vecinos y habitantes de las comarcas colindantes. El Sr Bowles, una vez reconocida la mina, inspeccionó los terrenos aledaños para hacer acopio de leña necesaria para alimentar los hornos que habían de construirse. Las especies vegetales elegidas fueron torvisco, aliaga, enebro, romero y pino carrasco, y los municipios afectados fueron Elche, Novelda, Petrer, Castalla, Tibi, Jijona, Monforte del Cid y Agost, dictando una ordenanza prohibiendo a los habitantes de estas poblaciones cortar alguna de las plantas seleccionadas.
Así por ejemplo en la Partida de Verdegás "En esta partida y tierras de Jaime Gomis dicen los expertos haverse encontrado dos pinos viejos=en las de Francisco Gomis, seis pinos viejos=en las de la viuda de Adrian Anton, una carrasca crecida=en las de Francisco Riera, dos Pinos crecidos, y tres nuebos"
Partida de La Alcoraya. "En esa Partida, ademas de las muchas matas que ay de Argilaga, Romero, Matapoll, Atochas, y otras, ay en las tierras de Mariano ¿? Diez Pinos viejos, quatrocientos sesenta y cinco crecidos, tres mil setecientos cinquenta y cinco nuebos, en la de Juan Bolini seis Pinos crecidos y veinte y siete nuebos.."
Partida de La Vallonga. "... En la de la Heredad de D. Ignacio Borguño, y en las vertientes que bajan del monte llamado la sierra de Sancho, ¿? Pinos viejos, trescientos cinquenta y tres crecidos, tres mil setecientos cinquenta nuebos.."
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En el siglo XIX aparecen en el Boletin Oficial de la Provincia demarcaciones de minas de mineral de cinabrio en favor de D. Francisco Navarro y Asín.
Así en el año 1841 aparece la mina Fluido, en la Cañada, término de San Vicente del Raspeig, y las minas Llorosa y Esmeralda en los años 1846 y 1847 en La Alcoraya.
En 1877 aparece la demarcación de la Mina Pepita de la que todavía quedan restos. Tras la consulta de la documentación sobre esta excavación y del pequeño plano que se hizo en su día y ya sobre el terreno, se pueden observar los pozos y la galería principal.
Galería principal |
Salvo por los escombros esparcidos por la ladera de la sierra, nada indica de la actividad minera en el pasado.
Ascendiendo por la vertiente de la montaña se distingue la roza o trinchera excavada en la roca reflejada también en el plano del siglo XIX. A la derecha se encuentra la bocamina de una galería subterránea que avanza con pendiente descendente hasta su finalización en un charco de agua.
Un poco mas al Norte hay un agujero tapado por un matorral de romero. Esta pequeña galería va a parar a un pozo que comunica con la superficie al norte de la roza. Desde esta posición se ve otra galería al otro lado dando la impresión de que no tiene continuidad y acaba a escasos metros.
Al Suroeste de la roza existe otro pozo sin presencia de ninguna galería, y al Norte, a un nivel superior, esta situado un tercer pozo lleno de tierra.
No he encontrado mas restos de excavaciones por los alrededores. Según la documentación consultada trabajaron con seguridad un mínimo de 300 personas, por lo que la longitud de las galerías debe ser mucho mayor y al igual que los pozos, estén cegadas debido a la escasa profundidad de estos últimos.
En el informe Salvador de Medina plasma la importancia de seguir la veta a la profundidad que sea.
"..Aunque se sigan algunas incomodidades a los obreros, importa poco, por que lo que se trata aquí es seguir el filón tan bajo, que se pueda, sin grandes gastos porque los mineros alemanes podrán variar toda otra obra y hacerse el gasto inútil."
El cronista Viravens también menciona la mina de azogue de La Alcoraya en la Sierra "La Corneja":
"Nosotros hemos tenido ocasión de ver los grandes trabajos que en ese monte se practicaron: las galerías abiertas, como las galerías que las iluminan cortadas desde lo alto del peñón, son obras gigantescas y de crecido coste, viéndose aún en las inmediaciones de "La Corneja", restos de las chozas y barracas que habitaron los 200 braceros que se empleaban en las maniobras de esta mina, cuyos trabajos fueron suspendidos algunos años después porque los resultados no correspondieron a las esperanzas concebidas".
Click en el enlace para visualizar un video de las galerías: La mina de La Alcoraya
Fuente: Rutas y Vericuetos