ERMITA DE NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN

Ermita citada por Pascual Madoz: «BURGUÑO: ald. ó cas. de la prov., part. jud. y térm. jurisd. de Alicante (5/4 de hora): SIT. al O. de esta c. entre los montes denominados Besancho y Foncalent, cerca del camino real en un parage bastante ameno y delicioso. Comprende unas 40 CASITAS de solo piso bajo, á escepcion de la casa-torre del Sr. conde de Sta. Clara propietario de todo el cas. y del terreno que abraza, las cuales forman una ala con dicha torre y una calle trasversal. Se hallan habitadas por los jornaleros y demás empleados, que cultivan esta pingüe posesion, y en la referida torre existe una ermita, donde oyen misa los dependientes los dias de precepto». (1)

 

«En la Vallonga hay una posesion que se titula POBLET DE BORGUNIÓ. Este caserío, que se adhiere á una antiquísima casa construida por los descendientes de Borgunió, apellido que ya figuró en esta Ciudad en el Reinado de D. FERNANDO el CATÓLICO, tiene una bonita ermita, en donde se venera una imagen de Ntra. Sra. del Cármen, amenizando la heredad un frondoso pinar que se extiende en un radio de cinco kilómetros». (2)

 

«La Torre de la Vall-Llonga se alza en el Poblet de Borgunyó en la pedanía alicantina de La Vallonga. Se accede a ella por la salida de la autovía tomando la dirección de Las Atalayas.» (3)

 

El conjunto arquitectónico, en la actualidad, está constituido por la primitiva casa-torre, destinada a vivienda de sus propietarios, con los anexos agrícolas rehabilitados para restaurante. Delante de la misma, hacia el sur y el este, se extiende el jardín, también habilitado para salón al aire libre de un restaurante, cuyo origen es el primitivo de la casa. Delante de la casa, en paralelo al camino de acceso, en la zona norte, se levanta la almazara del siglo XIX transformada para 7 viviendas de los siervos y nave-salón del restaurante.

 

La casa, conformada en planta por la adición de varias piezas cúbicas, gira entorno a la torre, rectangular (ca. 10 x 8 m.) y volumen prismático, que se adelanta de la fachada sur recayente al jardín, que se eleva sobre un plinto troncopiramidal. La torre cuenta con 5 niveles, más un aljibe enterrado, con los dos inferiores dentro de la vivienda. Tres niveles (con escalera y estancias) y un torreón sobresalen de la casa. Esta se organiza en dos plantas con un vestíbulo con arco intermedio y entrada principal desde el jardín (con escudo y reloj de sol). En planta baja están los salones y la cocina, y en planta de piso las habitaciones. Tiene adosada una capilla y conecta con las dependencias agrícolas primitivas. Los volúmenes, de terrazas planas, presentan una rotunda composición cúbica escalonada en ascenso hacia la torre.

 

Anexos agrícolas: Adosados a la casa por la esquina NO, en contacto con la cocina, está la antigua nave de dos plantas (XVIII), de tres crujías con pórticos intermedios de arcos de ½ punto y cubierta a dos aguas, inicialmente para almazara y establos, abajo, y almacén, arriba. Ambos espacios están rehabilitados como salones del restaurante que se ubica en el lagar del siglo XIX.

 

El actual jardín, de mayor dimensión, procede del primitivo huerto de palmeras. Se extiende por los lados sur y este de la casa; por este último se accede al recinto desde una vereda jalonada de pinos, olivos y un aljibe. Se organiza aterrazado, reagrupando las palmeras en parterres. Cuenta también con pinos, cipreses, palmeras, washingtonas, buganvillas y cactus, y recuerda un huerto de palmeras. Está acondicionado para servir banquetes y celebrar fiestas.

 

Almazara: Gran nave-almacén rectangular (ca. 10 x 80 m.), de volumen prismático y cubierta a dos aguas sobre cuchillos de madera y tirantes metálicos. Construida como lagar para el vino (1878) y reformada para viviendas y dependencias agrícolas, está habilitado para restaurante.

 

La casa-torre Borgunyó también es conocida por el Poblet de Borgunyó. El origen de la torre puede que se remonte a tiempos de la reconquista o de los Austrias, si bien no hay demasiadas evidencias que lo atestigüen. En 1779, el propietario de esta finca, quizás la más extensa de Alicante, emplazada en el acceso a la ciudad desde Madrid, utilizó el sistema de asentamiento llamado de eufiteusis, acogiéndose a un antiguo privilegio del rey Alfonso II de 1329. Por este procedimiento se fundó el poblado que constaba de una casa-torre para el señor (rodeada de un jardín en un huerto de palmeras, al sur, y dos huertos de frutales, al norte), a la que se anexionaban las construcciones agrícolas (establos, almazara y garrofera) y unas quince viviendas para sus siervos dispuestas en diseminado. Todos los campos y huertos eran regados con el agua procedente de la sierra de Foncalent, que se recogía en una serie de 10 aljibes sitos en la vereda de acceso a la casa, de los que sólo queda uno. Para el huerto de palmeras, muy similar a los contemporáneos de Elche (siglo XVIII), se utilizaba, además, el agua salmaya que extraía una molineta, la cual se mezclaba con las pluviales. El lugar escogido era el fondo de una vaguada, donde confluían arroyos intermitentes, pudiendo dar la imagen de pequeño oasis.

 

Hacia 1878 se construyó un gran almacén para lagar y almazara del vino enfrente de la casa y sus anexos, en la parte norte, junto al camino. La plaga de la filoxera acabó con el cultivo de la vid y la finca entró en decadencia. Algunas de las familias que habitaban las casas del poblado abandonaron las primitivas y habilitaron parte de este gran almacén como casas de dos pisos con dependencias agrícolas (con patio al fondo y pesebres), hasta un total de 7 viviendas. La almazara, en su nave norte, debió ser reformada o ampliada con fines agrícolas hacia 1900.

 

La casa-torre, que había cambiado de dueños de la familia de Borgunyó a la actual a mediados del siglo XIX, atravesó la misma decadencia que las explotaciones agrícolas. La casa, de dos plantas, organizada a partir de la torre, a cuyo alrededor se distribuyen las piezas, siendo la más destacada de ellas el vestíbulo de dos crujías, con gran arco de piedra escarzano y techo plano de viguetas. A la casa se le adosó, a principios del siglo XIX, una pequeña ermita, de volumen cúbico, por su lado de poniente. La casa-torre fue restaurada en dos ocasiones: en plena II República y posguerra (1931-42) y a finales de siglo (1979-1989), esta última con la intervención de Ignacio Vicens. En la última década se han acondicionado para restaurante tanto la nave norte de la gran almazara (siglo XIX), las primitivas dependencias agrícolas y el huerto-jardín de la casa. (4)

 

(1) Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar.

(2) Rafael Viravens y Pastor. Crónica de la Muy Ilustre y Siempre Fiel Ciudad de Alicante.

(3) Arturo Campello. Las Torres de defensa de la huerta de Alicante

(4) Ayuntamiento de Alicante. Catálogo de Bienes y espacios protegidos.

 

 

Torre de La Vallonga Manolo Serrano, 27/05/2009

 

Torre de La Vallonga

Manolo Serrano, 27/05/2009

 

Torre de La Vallonga Manolo Serrano, 27/05/2009

 

Torre de La Vallonga

Manolo Serrano, 27/05/2009

 

Torre de La Vallonga Manolo Serrano, 27/05/2009

 

Última actualización: noviembre/2013

Fuente: Manuserran

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