ESTRECHO DE AGOST Y BARRANCO DE L'EIXAU

Estupenda ruta en la que, partiendo desde CatĂ­, visitamos el estrecho de Agost y el barranco de LÂŽEixau.
 
Disfrutamos del recorrido: Juanjo, Manolo y yo.

Iniciamos la ruta de hoy en el lago situado bajo del hotel de Catí, muy próximo al Xorret de Catí. 

 
 
Desde aquĂ­ nos adentramos por el camino que se inicia bajo del lago en direcciĂłn a la ForadĂĄ.
 
 
El camino se encuentra señalizado con marcas de PR y, durante un tramo del mismo, coincide con la ruta de color rojo; una de las rutas que parten desde el hotel y realizan diversos recorridos por la zona. 


Sin dejar el camino que llevamos, llegamos a la era de la HerrerĂ­a, muy prĂłximo a la ermita de CatĂ­, donde antiguamente se herraban a los animales.

 


 


 
Seguimos por el camino hacia la izquierda, en dirección a la Foradå hasta llegar a un collado donde suelen estacionar quienes acuden a escalar. 


Vistas de la ForadĂĄ desde la HerrerĂ­a

En el collado disfrutamos de las estupendas vistas que nos ofrece y seguimos hacia la izquierda por el mismo camino que llevamos, el cual inicia una pronunciada bajada. 



 

Dejamos la ForadĂĄ a nuestra derecha.

Imagen de la ForadĂĄ que queda a nuestra derecha

Tras el descenso mås pronunciado, el camino se suaviza y discurre junto a unos campos de cultivo.  Un poco antes de llegar a la casa de la Foradå o dels Petorrins, encontraremos un aljibe a nuestra izquierda, en el borde de los campos.

Vistas del Estrecho de Agost. A la izquierda, el Maigmó      


En la casa dels Petorrins encontramos una notable variedad de animales. Entre ellos destacan y nos llaman la atenciĂłn, unos pavos reales.

 
   
Dejamos la casa a la derecha y continuamos camino.
 
 
 
Siguiendo el recorrido veremos un pequeño camino que surge a la izquierda en ligera pendiente y que estå atravesado por una roca en su inicio. Ese camino nos conduciría  a la Casa de Monís o de Manyes que es la que da nombre al clot o valle en el que nos encontramos (Clot de Manyes).
 
Continuamos nuestro itinerario siguiendo el mismo camino que llevamos. Mås adelante, nos encontraremos con el cruce que podemos apreciar en la siguiente fotografía. Este nos conduciría a la otra parte del Clot de Manyes y podríamos visitar un pequeño mirador que la Diputación Provincial de Alicante construyó en el lugar.
 
 
Seguimos camino sin desviarnos y continuaremos viendo las marcas de PR-V.
 


Siguiendo el recorrido, y a poca distancia del cruce comentado anteriormente, encontramos en el interior del barranco, a nuestra derecha, una canal de hierro que servĂ­a para conducir agua.



Algo mĂĄs adelante pasamos junto a la Casa de les Coves, que vemos a nuestra izquierda.



El camino sigue descendiendo hacia el Estrecho de Agost.


 



Siguiendo el itinerario nos encontramos con una formaciĂłn rocosa que llama enseguida la atenciĂłn porque su aspecto es similar a un gran tapĂłn metĂĄlico de refresco.

 
 

Esta forma se encuentra en el acceso al camino que se dirige al Barranco de LÂŽEixau y nos servirĂĄ de referencia posteriormente para la continuaciĂłn de la ruta.
 
Nosotros no accedemos a ese camino y proseguimos en direcciĂłn al estrecho, uno de los objetivos principales del recorrido.

 
El Estrecho de Agost
 
 
En el estrecho disfrutamos de las vistas que nos brinda el entorno que lo rodea. En el otro lado podemos apreciar en las paredes del barranco una pequeña cueva y un pino muy curioso, en el que podemos ver a sus pies, unas escalinatas metålicas. Al parecer, se intentó abrir alguna vía de escalada en esa parte pero no parece que se llegara a establecer.

 
 

Tras almorzar junto a estrecho, reemprendemos la marcha regresando por el mismo camino para volver al cruce que conduce al barranco de LŽEixau. 

 
 

Recordar que como referencia, en el inicio de ese camino, se encuentra la forma rocosa que parece el tapĂłn de una botella de refresco.
 
 
 

Nos introducimos por el camino en dirección a la casa de Enmig para seguir camino y llegar a las balsas del nacimiento de LŽEixau y al poco nos encontramos una torre metålica con molineta junto a otra pequeña balsa.
 
 
Unos metros mås adelante, tras franquear una cadena, nos encontramos con un ejemplar de madroño bastante grande que llama nuestra atención por sus dimensiones.


 
Continuamos el recorrido con unas vistas estupendas de la sierra del Maigmó, en dirección a la casa dŽEnmig, siguiente punto de interés de la ruta. Antes de llegar a esta, podemos ver a nuestra derecha y en dirección al Maigmó, la casa de LŽEixau.

Imagen de la casa de LÂŽEixau
La casa dÂŽEnmig

Una vez que llegamos a la casa dŽEnmig podemos disfrutar de las estupendas vistas que el paisaje nos ofrece, pues esta casa estå situada en un enclave privilegiado y desde ella, podemos ver la zona de costa a través del estrecho de Agost. 



Continuamos la marcha bordeando la casa por unas escaleras que estån situadas a la derecha de las mismas y que nos conducen a un camino. Este camino nos lleva a las cinco balsas en las que vierte el nacimiento de LŽEixau. 



En estas balsas nos encontramos con una pequeña variedad de peces y con un sapo que llamó nuestra atención por su gran tamaño, que le daba el aspecto de un cangrejo. Lo bautizamos con el nombre de Sapón.



En el rincĂłn del fondo de las balsas encontramos una zona de piedra habilitada para poder comer algo allĂ­ si se desea.



Tras la visita a las balsas del barranco de LŽEixau, segundo punto de interés del recorrido de hoy, reanudamos la marcha e iniciamos el regreso al lugar de inicio y fin de la ruta, siguiendo el mismo camino pero en sentido contrario.

 
 
 
 
 
 
 
 

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