CAMINOS IBEROS Y CANTERAS: BARRANC DE l’ESCORFER

 
 
Una de las conclusiones provisionales a las que lleguĂ© en mis paseos por el norte del tĂ©rmino ilicitano era la conexiĂłn entre los caminos y las canteras; en las inmediaciones de uno siempre hay otro y viceversa. Y como hipĂłtesis adicional las mĂĄs modernas por su factura estĂĄn en el ĂĄmbito de influencia de los caminos aĂșn en uso a diferencia de los excavados en la roca que dejaron de ser usados hace mucho tiempo, parcialmente conservados entre otras cosas por eso. En consecuencia hay canteras inaccesibles desde los caminos vigentes, asociadas a los caminos excavados en la piedra  (Ă­beros o medievales, tanto da, solo una prospecciĂłn arqueolĂłgica de ambos elementos terminarĂĄ por aclarar la cuestiĂłn). 
 
Como ejemplo de lo dicho cabe mencionar el Barranc de l’Escorfer[1], sus canteras y su camino. Discurre en sentido N- S paralelo al de Ferriol y al actual trazado del Camino de Castilla y tambiĂ©n comunica el Medio y el Bajo VinalopĂł. Pese a su estrechez es perfectamente viable en el tramo que nos ocupa. Es tributario del Barranc del Grifo, con un final realmente escarpado y casi intransitable para carros cargados con piedras. Un poco antes desaparece el camino sin que sea posible determinar la vĂ­a de salida del barranco.
 
 
Una impresionante cantera, enorme por su tamaño y vieja por los signos de erosiĂłn visibles, estĂĄ en sus proximidades. AquĂ­, como reflejan las imĂĄgenes se puede observar el sistema de extracciĂłn formando “capillas” segĂșn enuncian los trabajos de Pierre Rouillard y otros ya citados en anteriores entradas. 
 
 
 
Debe quedar constancia de que en determinadas partes la explotaciĂłn fue sistemĂĄtica, con paredes perpendiculares y marcas de extracciĂłn de bloques de tamaño regular, aunque sin llegar a la precisiĂłn y “limpieza”que se percibe en las canteras de Santa MarĂ­a o Peligros. 
 
 
AdemĂĄs, aparecen restos de lo que podrĂ­a ser un muelle de carga muy cerca del final (visible) del camino, que no obstante se prolonga un poco mĂĄs allĂĄ (de la cantera y del supuesto muelle de carga). Al final del barranco, cerca ya del tĂ©rmino de Monforte hay otra cantera de modestas dimensiones con un camino de tierra muy prĂłximo, pero no se conservan señales evidentes de conexiĂłn con el camino Ă­bero mĂĄs allĂĄ de lo dicho. A destacar ademĂĄs que salvo por sus extremos, es imposible sacar la piedra de la cantera de l’Escorfer  y se da la circunstancia de que al menos en direcciĂłn sur discurre el camino carretero tallado en la piedra. Queda claro que el camino es tributario de la cantera: por ahĂ­ salĂ­an los carros cargados de material.
 El ancho de eje es de tres pies Ă­beros (unos 90 cm de centro a centro de huella) similar a las carriladas mĂĄs antiguas descritas en El Molar[2], probablemente pertenecientes al periodo ibĂ©rico arcaico. Como he dicho mĂĄs arriba tambiĂ©n puede atribuirse a la Edad Media, segĂșn los especialistas Ășnico momento histĂłrico ademĂĄs del que nos ocupa, en el que no se conserva el ancho de eje romano. 
 
 
 
Como particularidad, pese a la profundidad de las carriladas en algunos puntos, el espacio entre ejes apenas estå trabajado, lo que contrasta con el camino de Ferriol o los estudiados por Broncano en El Castellar de Meca; faltan los trabajos de acondicionamiento del lecho central para facilitar el paso de las bestias de carga. Esas y otras diferencias sugieren que probablemente fue distinta la época de uso. 
 
 
 
 
Esta es la Ășltima de las carriladas, prĂłxima al Camino de Castilla. Pese a haber sido limpiado el cauce con retroexcavadora (se perciben los dientes) se pueden ver los restos, con medidas de 0’90 m.
 
Otros elementos de interés
1.- A mitad del camino una enorme piedra bloquea el paso.
 
 
 
 
Y 2.- La font de l'Escorfer
Antes de llegar a la cantera aparece una mina de agua aĂșn funcional con la escalera de  acceso en mal estado como puede apreciarse. Hoy en dĂ­a el agua es salobre y discurre por un canal excavado en la roca aunque unos cuantos metros mĂĄs abajo las filtraciones hacen que subsista un bosquete de pinos y cañas que destacan gracias a sus aportes sobre el entorno de bonsĂĄis circundante. 
 
 
 
 
 
Y mĂĄs cosas.

Una prueba: Las fotos de las canteras, el camino y la mina estån en: https://www.dropbox.com/home/Public/ESCORFER
[1] Gracias a Juan Pascual he asignado el nombre al Barranco y a la cantera. Le pasĂ© algunas fotos de la mina de agua e  inmediatamente me dio su nombre (Font de l’Escorfer) que he trasladado por mi cuenta y riesgo al resto de elementos. En consecuencia, cualquier error en la denominaciĂłn es responsabilidad mĂ­a.
[2] POBLAMIENTO ibĂ©rico en el Bajo Segura : El Oral y La Escuera / Lorenzo Abad Casal, Feliciana Sala SellĂ©s, Ignacio Grau Mira [et al.] (eds.). – Madrid : Real Academia de la Historia, 2001
 
FUENTE: PALANTIR

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